jueves, 17 de noviembre de 2011

¡Qué despropósito! Esto empieza a no tener ningún sentido

No me puedo resistir a copiar un trozo del post de situación intradía de hoy del Análisis de Cárpatos y su equipo en Serenity Markets (las negritas son mías):

"Tras los acontecimientos del día, un profesional del sector bancario que mantendremos en su anonimato nos comentaba esto, y tiene más razón que un santo:   

Que despropósito. Esto empieza a no tener ningún sentido.

Entre políticos, reguladores y el miedo (que es gratis) nos cargamos este chiringuito en el que se ha convertido el euro. Sin olvidarnos de la aportación estelar de las agencias de calificación.

No puede tener sentido que un país del euro pague el 7% a 10 años y los bancos que compran esa deuda la descuenten, en BCE al 1%. Es decir están refinanciando su inversión un 6% más barato. Si eso no es una transferencia de recursos de una economía a otra, que me expliquen que es. Los españoles pagamos un 7% por nuestra deuda (recordar que los intereses se pagan entre todos con nuestros impuestos) y los bancos europeos se refinancian al 1%. Es decir, mis impuestos acaban en la cuenta de resultados de los bancos europeos. Brillante. Eso si, por favor, tengamos cuidado con el déficit.

¿Qué sentido tiene que haya barra libre de liquidez para los bancos pero no para los Estados del Euro?

Luego llegan las agencias y dicen que los bancos tienen mucho riesgo por su exposición a la deuda soberana. Solución del BCE: ampliar la barra libre... a los bancos en vez de comprar deuda soberana.

Sin embargo, de facto, el BCE está comprando la deuda soberana. Se la están descontando unos bancos que si finalmente quiebran los países, ellos van a quebrar detrás. Solo un matiz, entre medias deja que se produzca una transferencia increíble: de mis impuestos a sus beneficios.

Después vienen las grandes declaraciones: hay que reactivar el crédito, hay que controlar el déficit... pero si habéis montado un sistema que lo imposibilita. El BCE es el único prestamista que queda en Europa, pero ellos todavía no lo saben.

Estamos en un círculo vicioso increíble y nos olvidamos que el capitalismo actual es un sistema fiduciario, basado en la confianza. Para empezar nos creemos que un papel que pone 10 euros vale eso, 10 euros. Si hacemos un escenario en el que nadie va a pagar sus deudas (típico de las agencias en su afán de cubrir cualquier riesgo) y luego tomamos decisiones sobre ese escenario; ¿qué crees que pasará? Pues que nadie pagará; porque el sistema financiero está montado sobre la confianza. Un banco por mucho capital que tenga, tiene que refinanciarse de forma recurrente. Si no puede refinanciarse, está avocado
(sic) a la quiebra. En este punto un regulador brillante podría decir que los bancos tengan el 100% de capital. Pues entonces, fin del apalancamiento, fin de la inversión, fin de la creación de riqueza y bienvenidos a la Edad Media. ¿Qué clase de economía se perdieron en la universidad? Mejor dicho, ¿acaso fueron a alguna? Joder que es de primero.

No queda otra que aplicar el modelo americano. Monetizar sin piedad y poco a poco desapalancar la economía hasta un punto razonable. Descifrar y separar lo que de verdad tiene riesgo de lo que no lo tiene; lo tóxico de lo no-toxico. Eliminar la dependencia de las agencias de calificación y su incentivo perverso a ponerse en el peor escenario. Y por supuesto, no volver a permitir que los Estados nos llevan a este sitio donde los mercados y los reguladores pierden el sentido y la cordura.

Solo queda decir, buena suerte."


Pues eso, buena suerte.

jueves, 10 de noviembre de 2011

¿Por qué el euro sigue a 1,35?



 
En medio de la debacle de la eurozona, me intrigaba el hecho de que el euro no bajase de 1,35 frente al dólar, o que en general se mantuviese bastante bien frente a otras monedas.

Hoy un par de frases en un artículo del boletín ViewsWire de la Economist Intelligence Unit, me han dado una pista, iluminando un dato que se está olvidando en todos los análisis que he visto últimamente:

"The latest crisis has saddled Europe with the image of an impoverished debtor in desperate need of creditors. If that were wholly true, the risks facing financial institutions in other regions would stem mainly from the losses they might suffer on the money they have lent to their European counterparts (...). But that doesn't tell the full story. The euro zone might be struggling to deal with a handful of crisis-plagued countries, but the bloc as a whole is actually an important supplier of credit to other regions, especially emerging markets."

"According to data from the BIS, the stock of lending by western European banks to banks in emerging markets totalled US$3.6trn at the end of June 2011, equivalent to 71% of emerging market banks' total borrowing (that figure includes 19% accounted for by the UK). European lending dwarfed the US$765bn (15.1% of the total) loaned to emerging markets by US banks and the US$311bn (6.2%) loaned by Japanese banks."

Así que los problemas de los bancos de la eurozona se pueden traducir en una restricción de crédito a nivel mundial, con un euro relativamente fuerte.

viernes, 28 de octubre de 2011

Joseph E. Stiglitz, el 24 de noviembre en A Coruña













Allí estaremos, habrá que aprovechar, no sea que las conferencias de Premios Nobel en la Barrié se terminen ahora que el Pastor pasa a Popular... Más información aquí

Añado enlace también a su último artículo en Project Syndicate



martes, 21 de junio de 2011

Más apuestas para empresas. Danger ahead?

Hace tres años escribía sobre los productos financieros altamente especulativos que algunas entidades financieras estaban ofreciendo a pymes y particulares bajo la apariencia de seguros contra la subida de tipos de interés. 

Son sobradamente conocidos hoy en día los famosos swaps de tipo de interés que han servido de seguro efectivo ... no para las pymes o los particulares contra la subida de tipos de interés, sino para las entidades financieras contra la bajada de los tipos de interés.

En el post de marzo de 2008 presentaba un producto más sofisticado ofrecido a una pyme ligado a la evolución de la acción de un gran banco en los próximos cinco años. No han transcurrido aún, pero tres años más tarde la acción cotiza a poco más del 50% del valor de marzo de 2008. Teniendo en cuenta que para una empresa que facturaba poco más de 6 millones de euros se le proponía contratar el producto por un valor nominal de 600.000 euros, en este momento la posible pérdida sería de cerca de 300.000 euros, para una ganancia máxima de 30.000 euros.

Después de una temporada en la que no me llegaban este tipo de operaciones, esta semana recibo dos a cual mejor. Ahora el caramelo no es la protección contra la subida de tipos de interés, sino una imposición a plazo fijo con una rentabilidad ligeramente superior al mercado. Tampoco tan superior, un 5% a un año.

Por un lado una entidad regional ofrece para una inversión de 250.000 euros la IPF al 5% a un año para el 42,6% de la inversión, y para el resto comprar bonos de CEMEX con vencimiento en el 2014, y una Tir anunciada de la inversión del 6,46%.

Yo en principio sospecho sobre lo apetecible que es realmente el bono de CEMEX, ya que si fuese interesante de por sí, no necesitaría ir acompañado del “caramelo” de la IPF para colocarlo.
El bono es deuda de CEMEX, cementera mejicana con una fuerte exposición a Estados Unidos y España. Su reembolso a vencimiento está garantizado únicamente por la empresa emisora (CEMEX).
La cotización en la bolsa de Frankfurt del bono a 17/6 es de 91,82, lo que supone que el precio para un nominal de 150.000 euros sería de 137.730 euros, un 3,95% por debajo de los 143.400 euros a los que lo venden. Cierto que hasta hace unos días estaba cotizando a 95, lo que puede justificar la diferencia de precio.

Efectivamente existe la posibilidad de venta anticipada del bono antes de su vencimiento, pero al precio que marque el mercado. Éste ha presentado una alta volatilidad desde su emisión en el 2007, llegando a cotizar a 34 en el 2009, momento en el que la empresa tuvo que negociar una refinanciación de su deuda, cuyo vencimiento es en febrero de 2014. 

La evolución de la cotización dependerá fundamentalmente de la evolución de los tipos de interés y de las perspectivas de la empresa.

Teniendo en cuenta que se prevén subidas de tipos de interés, parece que una venta antes del vencimiento presenta como mínimo un riesgo de perder dinero por bajada del precio del bono.
Suponiendo que se mantiene hasta su vencimiento, hay que tener en cuenta las perspectivas de la empresa emisora. Los datos de la empresa en los últimos años no son muy alentadores.

Las últimas noticias que he encontrado en Reuters  anuncian pérdidas en el primer trimestre de este año, y dicen literalmente que la empresa está “desesperada porque el mercado de Estados Unidos despegue de nuevo para permitirle generar fondos suficientes para evitar tener que buscar una nueva refinanciación, como en Agosto de 2009”.

While the company says it has covered almost all its debt obligations until 2013, it faces $8.262 billion in debt that matures in 2014 and it is desperate for the U.S. market to take off again to allow it to generate enough funds to avoid having to seek refinancing again, as it did in August 2009.

Hoy me encuentro con una nueva oferta de estructurados del mismo gran banco del 2008. Básicamente una vez más el caramelo de una IPF con una rentabilidad del 5% ligada a una apuesta especulativa sobre la evolución de la acción del banco.

Lo malo de estas apuestas es que si las acciones suben la ganancia está limitada (el 5% a un año en el primer estructurado y el 13% a tres años en el segundo). En cambio si las acciones bajan la pérdida la asume la pyme. Teniendo en cuenta que la acción del banco llegó a bajar a un 56% de la cotización actual a finales del 2008, parece que la jugada se repite.

La cuestión es... ¿se repetirá también la gran bajada de las bolsas en este año? ¡Abróchense los cinturones!

viernes, 15 de abril de 2011

Inside Job (trabajo confidencial)


Gran película, altamente recomendable sólo por ver las caras de algunos prepotentes de Wall Street, políticos y académicos USA cuando les ponen en evidencia. Por otra parte sale gente como Kenneth Rogoff, George Soros y Raghuram Rajan que vale la pena escuchar.

miércoles, 19 de enero de 2011

Irlanda paga sus deudas "creando" dinero

Aparentemente, dado que los bancos irlandeses se están quedando sin activos que puedan emplear como garantía para obtener crédito del Banco Central Europeo, el banco central irlandés ha "solucionado" el problema concediéndoles 51.000 millones de euros de crédito que no está respaldado por bonos ni por crédito del BCE. Esto es, está creando dinero de la nada, en principio con el visto bueno del BCE.

La noticia salió el domingo en un artículo de Ambrose Evans-Pritchard en "The Telegraph", y ha sido recogida ayer en el blog de Kike Vázquez en Cotizalia (enlace).

No es la primera vez que las autoridades irlandesas toman la iniciativa con medidas excepcionales, como cuando en octubre de 2008 decidieron respaldar al 100% los depósitos bancarios y la deuda contraida por sus entidades financieras. Lo preocupante es que las consecuencias de esa iniciativa, especialmente la garantía de la deuda bancaria, son la causa de la situación actual de Irlanda.

Más preocupante aun es que no veo en la web del BCE ninguna comunicación sobre el asunto, [mode ironic:on] salvo, claro está, que esté en la "Información bianual sobre la falsificación de billetes de euro" publicada el día 17.

lunes, 17 de enero de 2011

Artículo "¿Tiene salvación Europa" de Paul Krugman en El País

El artículo de Paul Krugman, que ayer reproducía "El País" hace un análisis muy bueno de la situación económica europea, y de las opciones posibles.

De momento ya sabemos que el gobierno alemán piensa que tenemos que "resistir", postura que siempre es fácil desde el punto de vista del acreedor.

Personalmente, no creo que se puedan imponer medidas de austeridad más allá de determinado punto, ya que la degradación social que producen lleva al cuestionamiento de la democracia.

Es lógica la postura alemana, pero en el fondo es igual que la del acreedor de una empresa en concurso. Lo ideal sería que la empresa se apretase el cinturón hasta que pagase lo que debe, pero los sueldos no se pueden reducir más allá de determinado punto, y las compras hay que hacerlas en el mercado, con lo que en la práctica si la empresa es solvente es mejor darle financiación condicionada a un plan de ajuste supervisado por los acreedores, y si no es solvente sale mejor calcular cuanto se puede recuperar de la deuda.

miércoles, 12 de enero de 2011

Los señores de las finanzas, de Liaquat Ahamed

Estamos viviendo una crisis económica, mejor dicho, financiera, sólo comparable a la Gran Depresión de los años 30.

Estoy convencido de que si no hemos llegado a los niveles de esa época es porque el mundo de hoy en día es otro, y porque algo se aprendió de los errores de aquel momento.

Liaquat Ahamed ganó el premio Pulitzer 2010 en su categoría de Historia con este libro "Lords of Finance", subtitulado en su edición original "Los banqueros que arruinaron el mundo".

Los cuatro hombres de la portada son los gobernadores de los bancos centrales más importantes en el periodo de entreguerras: Montagu Norman del Banco de Inglaterra, Benjamin Strong de la Reserva Federal, Emile Moreau del Banco de Francia, y Hjalmar Schacht del Reichsbank alemán. En otro plano, a lo largo de todo el libro está la sombra de John Maynard Keynes, principal crítico de las políticas seguidas por el "establishment" financiero.

La idea central del libro es cómo afectaron a la economía real las decisiones tomadas desde el mundo político y financiero después de la primera guerra mundial, fundamentalmente en cuanto a la vuelta de las economías al patrón oro, y al pago de las deudas contraídas por los contendientes durante la guerra.

La primera guerra mundial alteró el equilibrio financiero mundial, al convertirse los Estados Unidos en el principal acreedor mundial en detrimento del Reino Unido. Hasta 1914 las relaciones financieras se regían por el patrón oro, de forma que la masa monetaria en circulación estaba limitada por las reservas de oro acumuladas por los bancos centrales. La financiación de la guerra supuso un enorme trasvase de oro desde los países beligerantes a los no beligerantes (entre ellos España, de ahí el origen de buena parte del famoso oro de Moscú). Ante la caída de las reservas de oro, todos los países contendientes fueron abandonando la convertibilidad del papel moneda en oro, incluso Estados Unidos, ya que la enorme afluencia de oro generaría inflación por el aumento de la masa monetaria.

Finalizada la contienda, el consenso en el mundo de las finanzas era que debía volverse de nuevo al patrón oro. Pero el mundo de después de la guerra era un mundo diferente.

Inglaterra y Francia tienen deudas con los Estados Unidos que esperan, sobre todo Francia, pagar con las reparaciones de guerra impuestas en el Tratado de Versalles a Alemanaia. Tras diversas negociaciones se fija un calendario de pagos que de haberse mantenido, tendría a los alemanes pagando hasta 1989. Keynes y otros ya avisan de que las reparaciones impuestas impediran la recuperación económica. Alemania se siente humillada por los términos del tratado y emprende políticas de resistencia pasiva, al tiempo que el gobierno atiende a sus compromisos internos imprimiendo cada vez más papel-moneda. El resultado es una hiperinflación brutal que hace que el marco quede sin valor, y lleva a la ruina a las clases medias.

Inglaterra volvió al patrón oro en 1925 con la misma paridad oro-libra esterlina de preguerra. Este valor, que venía del siglo XIX no reflejaba la situación de postguerra, en la que la libra esterlina se había devaluado considerablemente como consecuencia de la situación de la economía británica y del paso de país acreedor neto a deudor neto. La consecuencia de fijar un valor demasiado alto por razones de prestigio como centro financiero mundial, decisión duramente criticada por Keynes, fue que las exportaciones británicas no podían competir en el mercado mundial, mientras que la lógica del patrón otro imponía altos tipos de interés para mantener las reservas de oro necesarias para sostener el valor sobrevaluado de la libra. Tal combinación generó deflación, recesión y paro.

Francia volvió al patrón oro en 1929 con una paridad por debajo del valor de mercado del franco, lo que genera el efecto contrario: competividad de las exportaciones francesas y afluencia de oro que es neutralizada para evitar la inflación.

Estados Unidos apoya a Inglaterra en la vuelta al patrón oro con crédito, y baja los tipos de interés inicialmente al tiempo que los ingleses los suben. Se genera una enorme especulación en todo inmobiliaria y financiera, que cuando se trata de cortar con una subida de los tipos de interés acabará reventando en 1929....

En fin, toda una serie de historias de la historia con nombres y apellidos, relatadas casi como un "thriller", con muchos paralelismos, a pesar de la distancia temporal, con la situación actual.

Libro muy recomendable. Entre 23 y 25 euros el libro en papel en las librerías españolas y por internet. 10,55 euros al cambio el e-book en inglés a través de Amazon. No encuentro el e-book en castellano. Después se quejarán de que la gente se baje los libros de internet sin pagar....