viernes, 18 de julio de 2008

Oily bubble


Publicado el 12 de julio de 2008 en un debate en el blog de Martin Varsavsky

A mí los factores que inciden en la subida del precio del petróleo (devaluación del dólar, papel del euro, demografía, demanda de países emergentes, situación en Irán...), empiezan a recordarme las multiples justificaciones sobre la evolución siempre alcista de los precios de la vivienda.

El petróleo estaba a veintipico dólares-barril en el 2000, y hace un año a la mitad de los valores de hoy, lo que da una idea de la pendiente de la curva. La devaluación del dólar respecto al euro no explica más que una parte del recorrido al alza.

Es posible que a Irán le interese mantener un estado de tensión permanente que eleve el precio del crudo para solucionar sus problemas internos, derivados de ser un paria internacional, pero también parece que hay mucha gente apostando (especulando) por una eterna subida del petróleo. Y como todos los activos, siempre hay un límite a la subida, y algunos se quedarán pataleando en el aire, cuando alguien diga alto que el rey está desnudo.

De momento, y aunque la gasolina o gasoil que repostamos haya subido mucho, no ha subido ni de lejos lo que ha subido el barril de petróleo (+46% y +84% para la gasolina sin plomo y el gasóleo respectivamente, de mayo de 2000 a mayo de 2008 en España -datos del Ministerio de Industria-, frente a +342% del barril de petróleo en dólares, +155% en euros).

Y en otros países, como especialmente las economías emergentes, esta falta de traslación de los precios del petróleo a los precios minoristas ha sido mayor aún.

Con lo que me pregunto hasta qué punto es sostenible en el tiempo este nivel de precios, teniendo en cuenta que acabaría afectando al ritmo de crecimiento de la economía mundial, y que si este se detiene, el consumo y la demanda acabarían bajando.

Dentro de unos meses no estará Bush, y probablemente tampoco Ahmadineyad repita, y todo puede ser muy diferente de aquí a un año.

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