domingo, 5 de abril de 2009

La lógica oculta de la vida "The Logic of Life", de Tim Harford



Tim Harford obtuvo un gran éxito con su libro "El Economista Camuflado" ("The Undercover Economist") sobre el que ya hablamos aquí.

"The logic of life", que no sé muy bien por qué razón en España se traduce como "La lógica oculta de la vida", continúa la línea de analizar la racionalidad económica de aspectos corrientes, y otros no tanto, de nuestras vidas.

Como en el anterior libro, hay ejemplos pensados para llamar la atención, como el que abre el libro sobre el aumento del sexo oral entre adolescentes, explicado desde un análisis coste-beneficios, que favorece esta práctica frente a otras más arriesgadas en términos de SIDA o enfermedades venéreas. En un principio, podría parecer un tanto sensacionalista este enfoque, pero bien pensado sería interesante analizar la racionalidad económica del mensaje del Papa contra el uso del preservativo en África. Como dice Harford, quizás los beneficios de una relación sexual son demasiado obvios para ser especificados, y parece claro que la mayoría de la población mundial está dispuesta a asumir ciertos costes en términos de riesgos para obtener ese beneficio. En ese marco de análisis, la cuestión no es si el preservativo elimina por completo los riesgos, sino si los reduce, cosa que parece también obvia. La abistinencia elimina el coste, pero también el beneficio.

Pero este libro aborda también temas más complejos como la relación entre la teoría matemática de juegos y el equilibrio nuclear en la guerra fría, introduciendo a personajes clave en esa época como Von Neumann o Thomas Schelling.

Además de conceptos económicos o matemáticos, se introducen otros provenientes de otros campos de la ciencia, como la interacción en nuestro cerebro entre un sistema cognitivo capaz de tomar decisiones a largo plazo, y otro más dependiente del tirón de la dopamina y orientado a la satisfacción a corto plazo, relevantes a la hora de analizar cualquier tipo de adicción.

Otros temas analizados desde una perspectiva económica son la formación de parejas, matrimonio y divorcios, o las relaciones económicas en los lugares de trabajo y vecindarios, el papel de las grandes ciudades o los sistemas políticos, cubriendo de esta forma buena parte de la vida de las personas.

Un capítulo que me ha llamado especialmente la atención es el dedicado a los peligros del racismo racional, es decir el racismo no basado en un odio irracional, sino simplemente en una discriminación estadística, en la que se usan los resultados medios de un grupo como criterio para tomar decisiones sobre una persona en particular.

Harford estudia a fondo el caso de la población afroamericana en Estados Unidos, exponiendo diversos estudios que muestran como un afroamericano puede ver bloqueadas sus expectativas profesionales por la percepción que tienen sus potenciales empleadores del grupo al que pertenece, independientemente de su formación y experiencia particular, y que le perjudican frente a candidatos de otros grupos. Dicha discriminación destruye también el incentivo para mejorar la formación y experiencia, al resultar éstas menos relevantes frente al prejuicio estadístico, y genera además una reacción negativa en la propia comunidad dicriminada contra quienes intentan escapar a ésta "actuando como blancos".

Estos comportamientos y actitudes no son propios sólo de comunidades raciales, sino que existen también a nivel de minorías sociales o nacionales. Curiosamente, un ejemplo está basado en España, sugiriendo que la reacción negativa en ciertas comunidades nacionales, como Cataluña, frente a quienes no otorgan importancia al uso de la lengua local, es equivalente al rechazo que sufren los afroamericanos que "actúan como blancos", es decir, que se basa en la desconfianza ante quien no limita sus opciones a su comunidad.

En resumen, un libro ameno, con un enfoque mucho más amplio que el del "Economista Camuflado", y que aporta una perspectiva nueva a una amplia gama de problemas y situaciones de la vida de las personas, generando como mínimo debate e ideas, que no es poco.