jueves, 3 de enero de 2008

El economista camuflado, de Tim Harford


Aprovechando las navidades he terminado un libro que se me había atragantado hace unos meses. Y sin embargo debo reconocer que la conclusión final es que es un libro muy recomendable. Es más, creo que debería ser lectura comentada en institutos y facultades.

Está muy bien expuesta la formación de precios en los mercados con el ejemplo de las cafeterías y los supermercados, o el papel de los precios como transmisores de información a los agentes económicos, pero esta parte se alarga demasiado, casi la mitad del libro, y aunque los ejemplos son interesantes, cansa un tanto.

Es interesante lo que se dice y debería servir para abrir los ojos de la gente sobre lo que supone en realidad comprar p.ej. un producto de comercio justo (la mayor parte de lo que pagas de más se lo quedan los intermediarios), lo que transmite carrefour con los horrorosos envases de la marca de bajo coste "1" (compre marca, o los productos a los que nos dignamos a ponerles nuestro nombre, sino quiere quedar como un cutre), las líneas aéreas cuando las azafatas te hacen esperar a que bajen los de business (el mensaje está dirigido a los de business: paguen sino quieren ser tratados como esos), etc. Pero se podría hacer con menos palabras y sin tanto recurrir al recurso, digamos literario, del economista"camuflado", que nos viene a descubrir algunas cosas que a veces son obvias.

Más interesantes son los capítulos sobre los fallos del mercado y los del gobierno, sobre las burbujas bursátiles, y la teoría de juegos y su aplicación a las subastas de licencias de telefonía móvil. Precisamente donde el autor empieza a olvidarse del juguete del economista camuflado.

Y lo mejor del libro, en mi opinión, son los últimos tres capítulos, que explican muchas de las razones por las que los países pobres lo son, de por qué la globalización económica es positiva, y por último, y como conclusión, de los dos anteriores por qué China se está desarrollando y pasando a ser un país rico, después de haber experimentado con Mao las más grandes barbaridades económicas de la historia reciente.

Son estos últimos capítulos los que habría que hacer leer, comentar y debatir en los institutos, para tener unos elementos de juicio sobre economía.

Resumiendo, el libro toca muchos temas y parece más una colección de artículos que un libro con un planteamiento de conjunto. Como artículos, muchos merecen una muy alta puntuación, y en general no están mal.

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